Britney Bipolar

La ex Princesa del Pop sufre de dos trastornos simultáneos: el narcisista y el bipolar, explica Cuauhtémoc Borges, investigador en Ciencias de la Conducta del Tecnológico de Monterrey.

El trastorno narcisista de la personalidad se caracteriza por un patrón general de grandiosidad, existe la necesidad de admiración y falta de empatía con los demás, en tanto que el trastorno afectivo bipolar se caracteriza por episodios depresivos, irritables y otros de euforia excesiva.

El académico del Tecnológico de Monterrey precisa que el suicidio es una consecuencia de sufrir trastorno bipolar, “sin embargo se puede observar que en Britney Spears esta enfermedad no está tan descontrolada como para que se tire de una ventana”.

La cantante se empeña en llamar la atención y realiza cosas escandalosas, pero no pierde del todo ni pone en peligro su vida, “por ejemplo se rapó la cabeza pero ella de antemano sabe que el cabello le va a volver a crecer, se daña un poco pero no totalmente”.

“La idea de afeitarse la cabeza es una decisión de víscera que la llevó luego a una depresión y posteriormente a usar una peluca o el otro ejemplo cuando decide internarse en una clínica de desintoxicación y se sale al siguiente día. Este tipo de decisiones son de víscera y es propia de las conductas maniacas o hipomaniacas”.

Para el especialista, a Spears le faltó completar círculos de desarrollo en su infancia. “Su carrera la inició siendo muy joven por lo que le ha faltado madurez para asimilar todo lo que ha vivido”.

Cuando somos pequeños, explica, vivimos periodos de egocentrismo y tenemos sensaciones de grandiosidad y de ser únicos, pero al paso de los años las personas van dejando el egocentrismo para dejar paso al alocentrismo, que es una tendencia para ayudar a los demás, desprendimiento del propio yo por modestia y generosidad de sentimientos.

“A esta chica le faltó soltar el egocentrismo infantil que se demuestra con la búsqueda constante e interminable de una persona ideal que finalmente no podrá encontrar en ningún lado”.

“Estos esfuerzos que ella hace de tener este tipo de conductas se deben a la búsqueda de la imagen de la pequeña que ya dejó de ser”.

Para el experto en psicología clínica, este tipo de conductas son muy comunes en las culturas narcisistas como la estadounidense y la nuestra se está encaminando en esa dirección. “Se enfocan más al individualismo, el éxito y a la competitividad y da como resultado al narcisismo”.

Lo más recomendable para Spears es someterse a un tratamiento mixto, tanto psiquiátrico como psicológico.

“El primero estaría encaminado a nivelar a través de los fármacos sus estados de ánimo y su impulsividad y por el otro lado, una psicoterapia de corte psicoanalítico que podría resultarle muy útil para reestructurar aquello que no se estructuró en la época correspondiente”.

fuente: http://www.el-universal.com.mx/